lunes, 15 de abril de 2013

Mi profesor ideal

Querida profesora:

Te escribo esta carta de forma  tradicional, como tú nos enseñaste, porque como bien decías, las palabras, escritas, a pesar de recorrer grandes distancias, nunca se pierden, si no que perduran en el tiempo.

Mi querida profesora... ¡cuántas cosas me enseñaste! A pesar de mi corta edad, ya valoraba todo lo que hacías por mí. Porque tu forma de ser y de enseñar era lo que te hacía especial.

Porque eras activa a pesar de ser mayor. Porque siempre estabas dispuesta a jugar. Siempre hacías que nos gustaran las clases debido a tu gran carisma.

Porque eras cercana a nosotros. Confiábamos en ti cuando teníamos problemas, te confiábamos nuestros mas profundos secretos; te contábamos apenados nuestros errores y orgullosos nuestras proezas.

Porque eras creativa. Siempre inventabas juegos nuevos para entretenernos y actividades interesantes y divertidas para que aprendiésemos. Porque nos hacías sacar de dentro lo mejor de nosotros mismos, aunque sólo fuera en un dibujo de un gato o de nuestra familia. Querías que fuésemos, como mínimo, tan creativos como lo eras tú.

¡Porque lo sabías todo! Me encantaba hacerte cualquier pregunta y que siempre tuvieras la respuesta perfecta que acallaba todas mis dudas.

Por tu empatía. Porque siempre has sabido ponerte en nuestro lugar, aceptar hasta dónde podíamos llegar; siempre supiste ver nuestros límites y aceptarlos. Yo siempre he tenido grandes límites y pocos profesores posteriores a ti han sabido aceptarlos... Mi autoestima ha peligrado por ello. Gracias por valorar esos detalles.

Porque eras divertidísima. Siempre nos hacías reír con tus bromas. Hacías que todo fuera entretenido. ¡Ay! ¡Cuánto echo de menos divertirme así!

Porque eras exigente. En ese momento lo odiaba, por puesto. Pero ahora valoro la disciplina que nos inculcaste. Si decías que no, era que no. Si nos pedías una tarea, teníamos que terminarla antes de la hora que decías, si no... ¡Vaya bronca nos caía! Si decías que hoy aprendíamos a sumar, aprendíamos a sumar. Y punto. Esa tenacidad tan característica tuya... Ahora entiendo que fueras así. Ahora, tantos años después, comprendo a la perfección el por qué de esas reprimendas.

Porque eras humilde. Eras una bellísima persona, lo tenías todo y jamás alardeaste de nada. Un valor importante que nos enseñaste muy útil hoy en día.

Eras justa con nosotros. En nuestras peleas de niños siempre escuchabas todas las versiones, nunca castigabas a nadie sin razones de peso. Otro gran valor que nos transmitiste: la justicia.

Por motivarnos y estar motivada tu también. Hacías que las matemáticas fueran un juego. Hacías que la vida fuera un juego. Nos motivabas para aprender y tú estabas motivada. Se notaba que te gustaba lo que hacías, que enseñar, que educar, era tu vocación. Gracias por ello.

Gracias por ser así. Gracias a ello, hoy me preparo para ser profesora, y espero, de todo corazón ser tan buena profesora como tú lo fuiste. Porque tú me marcaste. Porque gracias a ti, hoy tengo una idea de cómo debe ser un profesor. Y gracias a ti sé lo que quiero ser de mayor. De mayor quiero ser como tú.

Ojalá esta carta no sólo recorra grandes distancias en el espacio, sino también en el tiempo y, allá donde estés, la puedas leer y saber que fuiste un pilar fundamental en la vida de una simple niña a la que diste clase dos años de su corta vida.


Hasta siempre,

Una alumna agradecida.




2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la carta que dedicas a tu profesor, en este caso profesora, ideal.

    Creo que no emocionarse, o como mínimo, acordarse de alguien tan especial en este ámbito, es difícil.

    No sé si llegarás a ser la profesora ideal para tus futuros alumnos, pero desde luego, serás una profesora a la que recordarán.


    ¡Ánimo y mucha suerte!

    ResponderEliminar
  2. Me ha parecido muy original el cómo lo has escrito; como si fuese una carta has descrito a tu profesora ideal ( y con muy buenas ideas) ¡ Yo también quiero tener alguna así! y sobretodo que seamos así.
    ¡Buen trabajo!

    ResponderEliminar